No hay poder sin límites sanos. Algo que me ha quedado muy claro tras comenzar este viaje de autoconocimiento es que si no aprendes a cómo establecer límites en tu vida, la vida misma es la que se va a encargar de presentarte las situaciones adecuadas una y otra vez hasta que aprendas a hacerlo. Lo que quiero decir con esto es que aprendes por las buenas o aprendes por las malas, pero aprendes. Aprendes a quererte, aprendes a valorarte y aprendes a recuperar tu poder.

Benditos esos momentos de incomodidad que trae la vida para que demuestres cuánto te quieres.

¿Qué son los límites sanos?

Resumido en un frase los límites sanos son: «Aprender cuándo decir que no y cuándo decir que sí» ¿Suena fácil no? En ocasiones a la hora de ponerlo en práctica nos cuesta un poquito más.

¿Por qué nos cuesta decir que no?

– Debido a la forma en la que nos ha educado nuestro entorno más cercano.

– Por miedo al que dirán las demás personas.

– Por miedo a generar conflictos dentro de las relaciones.

– Porque el deseo de ayudar a los demás está por encima de todo.

– Por miedo a no sentirnos amados y aceptados.

Algunas de las principales causas son:

– No saber decir qué no.

– Pensar que tú puedes con todo.

– No pedir ayuda

– No sentirte valorado por lo que haces

– Tener fuertes expectativas

– Priorizar lo que otros quieren a lo que quieres tú mismo.

Cómo establecer límites en tu vida: pasos

1. La primera opción es comunicar de forma asertiva y explicita tus necesidades y actuar en consonancia. En definitiva: expresa cómo te sientes.

Con frases como ésta: «entiendo perfectamente que no te guste lo que te estoy diciendo, pero necesito poner límites porque quiero estar a gusto en nuestra relación»

2. La segunda opción consiste en verbalizar tus límites sin dar una explicación (opción para principiantes)

Tus respuestas deben ser cortas sobre todo al principio. Si das mucha explicación la gente va a aprovechar y entrarás en una negociación que no te conviene.

Ejemplo: «Elijo que no, es lo más saludable para mí»

Ventajas de poner límites:

– Tus relaciones serán más saludables.

– Serás más feliz.

– Al tener menos conflictos puedes dedicar más tiempo a otras cosas en tu vida que te van a favorecer más.

– Tus relaciones serán más duraderas.

– Te sentirás más pleno y feliz.

«Atreverse a establecer límites se trata de tener valor de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros»

¿Qué toleras que ya no quieres más?

Espero que te sirva de guía y si quieres aprender más te espero dentro de las páginas de la trilogía El Cambio Empieza En Ti

Y termino como empecé «no hay poder sin límites sanos»

Un abrazo

Susana M.