¿Cuántas veces te repites frases del tipo «no soy capaz» o «esto no es posible para mí«? ¿Alguna vez te han quitado la ilusión de emprender algo que te apasionaba? ¿Sueñas en grande, pero no te atreves a dar el primer paso? Desde aquí te digo: Atrévete a soñar grande: Manifiesta lo que te propongas.

El primer desafío que te encuentras cuando te atreves a soñar en grande y manifestar cosas increíbles son tus propias creencias limitantes. Esas que hemos ido acumulando a través de la experiencia propia y a través de otras personas que te lo hacen creer.

Has venido a ser exitosa, pero estás programada para no salir de tu zona de confort.

Por tanto, te vuelvo a repetir «Atrévete a soñar grande: Manifiesta lo que te propongas» Eres la creadora de tu propia realidad. El ser humano tiene la capacidad de aprender lo que quiera. Y tú también tienes ese poder, un poder inmenso. Solo es cuestión de que lo creas, es cuestión de que recuperes tu poder personal.

¿Quién te impide salir de tu país para mejorar tu situación?

¿Qué persona no te permite emprender en una situación poco favorable?

¿Quién te impide ofrecer valor en esta vida?

La respuesta es nadie, no te lo está impidiendo nadie más que TÚ misma.

Y por último, ¿qué es lo peor que te puede ocurrir? Lo peor que te puede ocurrir es que lo habrás intentando, que habrás crecido, que habrás aprendido. Así que, permíteme decirte que no has venido a encajar en este mundo, nos has venido a cumplir las expectativas de otros, has venido a crear tu propio mundo.

Piensa ahora eso que deseas con todo tu alma. Y ahora, da el primer pasito que te lleva hacia ello. Y sí ¡da miedo!, pero te aseguro que si tomas la decisión y continúas irán apareciendo las personas y las situaciones adecuadas para tus deseos se cumplan. Habrá desafíos ¡por supuesto!, pero serán bendiciones disfrazadas.

Te aseguro que eso te dará abundancia, te aseguró que te dará felicidad, te aseguró que eso te dará paz. Y si te lo digo, es por experiencia propia. En el momento que salí de mi zona de confort, me alineé con mis valores, trabajé en mi creencias y escuché lo que deseaba mi alma, cosas increíbles empezaron a suceder en mi vida. Cosas increíbles empezaron a manifestarse. Me convertí en una persona abundante, me convertí en la creadora de mi vida, me convertí en la reina de mi reino.

Hoy doy gracias a todos los desafíos que encontré porque cada uno de ellos, era necesario para llegar hasta aquí.

Si has llegado hasta aquí no es casualidad. Si yo he podido, tú también puedes 🙂

Un enorme abrazo

Susana